El próximo 22 de abril se conmemora el Día Mundial de la Madre Tierra, una efeméride que nos recuerda la necesidad de un cambio de modelo hacia una economía más sostenible y de lograr un equilibrio entre desarrollo humano, preservación y regeneración del planeta.
En este contexto, Fedit organiza un encuentro informativo dedicado al trabajo y el desarrollo de tecnologías innovadoras por parte de los Centros Tecnológicos que permiten a las empresas y, por ende, a la sociedad, ser más sostenibles en su actividad.
Durante este evento online, que moderará Raquel Nogueira, periodista especializada en Desarrollo Sostenible, se abordarán casos de éxito en innovación sostenible en los que trabajan los centros. En el encuentro informativo participarán:
- Josefina Garrido, directora de I+D+I de CETEM, que desarrolla sistemas de inteligencia artificial e Internet de las Cosas (IoT) para resolver los problemas de la recogida de residuos y su reciclado en el sector de la hostelería y la restauración. Además, investiga modelos productivos sostenibles para la fabricación de sofás y mobiliario.
- Damién Sallé, coordinador de Robótica y Automatización de TECNALIA, que ha desarrollado y puesto en marcha el robot submarino Maelstrom para limpiar la basura del fondo de los canales de Venecia. Igualmente, está desarrollando un robot industrial capaz de identificar y clasificar la basura marina plástica.
- Eduardo Cembrano es el director del Área de Industria y Tecnología de CIRCE y coordinador del proyecto REDOL para la gestión de residuos sólidos urbanos como fuente de productos circulares. Esta iniciativa, en la que participa el Ayuntamiento de Zaragoza junto con diversas empresas busca, además, fomentar la simbiosis urbano-industrial y mejorar la percepción de los ciudadanos sobre los residuos sólidos urbanos como un recurso local, aumentando su participación en la recolección separada.
- José Antonio Costa es el director ejecutivo de AIMPLAS, entre otros, trabaja en el desarrollo de mallas compostables, para el envasado de cítricos, patatas, cebollas y moluscos. Con estos envases, que ya se comercializan, se da solución a problemas de separación de las mallas del alimento cuando caduca y al reciclado, ya que las mallas se convierten en abono para las plantas en un tiempo inferior a seis meses y se incorporan al ciclo del cultivo de los productos agrícolas que habían contenido.
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