Recientemente un periódico nacional publicaba: “Crecen los ingresos por patologías respiratorias derivadas de los picos de contaminación”*, por su parte, desde Ecologistas en Acción advertían el pasado año: “Cuatro de cada cinco españoles respiraron en 2022 un aire que incumpliría los nuevos estándares legales propuestos por la Unión Europea”*. Estos y otros muchos titulares acerca de la contaminación del aire y su grave impacto en la salud de la ciudadanía son, por desgracia, habituales.
La industria del embalaje, así como el sector del comercio (uno de sus principales clientes), se hayan inmersos en una gran transformación para ser parte activa del cambio hacia un modelo de consumo más sostenible. En este contexto, la empresa navarra El Carmen Packaging Solutions, inició en 2019 un proyecto de I+D+i con el objetivo de que uno de sus artículos más vendidos, la bolsa de papel reciclado, fuera todavía más sostenible. “Constantemente buscamos mejoras de procesos, infraestructuras y materiales que nos permitan reducir el consumo de materiales y energía, reutilizar la mayor cantidad posible de restos, y generar productos que empleen el máximo posible de material reciclado. Pero esta vez quisimos ir más allá”, afirma Rafael Troncoso, director industrial El Carmen PS. “Después de dar muchas vueltas a la idea de cómo mejorar la denostada imagen del embalaje flexible, se me ocurrió la posibilidad de darle la vuelta a este concepto y diseñar una bolsa que además de respetuosa, pudiera descontaminar el medio ambiente”.
El resultado es Voltea, que es así como se ha llamado a la bolsa descontaminante porque busca “dar la vuelta al problema de la contaminación ambiental”, afirma Troncoso. “Dado que el barniz que aplicamos al papel es eco-activo, y reacciona con la luz natural incluso en interiores, cuanto más se reutilice y se expongan las bolsas Voltea, más ayudaremos a purificar el aire que respiramos”, concluye, refiriéndose al fenómeno fotocatalítico que se desencadena en la superficie de la bolsa al entrar en contacto con la luz natural.
Varios años de intenso trabajo para la obtención del sello de la AIF
Desde un primer momento se contó con la colaboración de NAITEC (Centro Tecnológico en Automoción y Mecatrónica de Navarra) y la ayuda financiera del Gobierno de Navarra, para el desarrollo de un innovador barniz. Aspectos como su composición, el método de aplicación y nivel de concentración, eran claves para superar las diferentes pruebas que confirmarían su efectividad eliminando los óxidos de nitrógeno (NOx).
Como resultado, la Bolsa Voltea cuenta con el sello AIF (Asociación Ibérica de la Fotocatálisis), que confirma su actividad descontaminante, y garantiza que los ensayos realizados han sido revisados por su comité científico-técnico.
Voltea es ya una marca e invención protegida (OEPM – nºU2020313147 / MUE18228279 / UK00918228279).
Para que un material se considere descontaminante en base a la NORMA ISO 22197-1, una muestra de 50 cm2 debe descontaminar como mínimo 0,5 μmol de NOx durante 5 horas de ensayo. En el caso de la Bolsa Voltea, su efecto descontaminante descontamina un 13.5% más de lo que exige la norma.
Teniendo en cuenta que la emisión máxima de gases de un turismo es inferior a 1,74 milimol NOx/km. Una bolsa Voltea expuesta a la luz natural durante 1 semana (12 horas luz/día) descontaminará el equivalente de emisión de NOx de un turismo durante 1 km de marcha.
“Llevar la fotocatálisis a la industria del packaging permite la posibilidad de ampliación de nuevos mercados, así como, el establecimiento de nuevas sinergias entre nuestros asociados, ya que se trata de un ámbito de aplicación muy diferente a los habituales, tales como, transporte, edificación, energía, o sanidad. Esta innovación, además, permite acercar la fotocatálisis a la sociedad. Imagínense los efectos positivos que tendríamos en la mejora de la calidad del aire, si cada ciudadano portara una bolsa descontaminante por allá donde se desplazara”.
Una bolsa especialmente interesante para sectores como alimentación, moda y pequeño comercio
La Bolsa Voltea es un ejemplo de sostenibilidad ya que, además de ser de fabricación nacional y con papel reciclado, es muy resistente, lo que facilita su uso en múltiples ocasiones, prolongando su vida útil y su función de mejora de la calidad del aire. En cuanto a las posibilidades de fabricación, está disponible en diversos formatos y permite gran calidad de impresión, incluso en su asa de papel rizado. Para las empresas, el alto nivel de reutilización de las bolsas Voltea las convertirá en un inmejorable soporte publicitario para su marca, además de una clara muestra de sus valores corporativos y compromiso medioambiental. “Estamos convencidos de que tanto el pequeño comercio, como grandes empresas de moda y cadenas de supermercados, van a apostar por Voltea. Juntos, con la ciudadanía, lograremos que miles de bolsas eco-activas trabajen a diario durante muchas horas purificándonos el aire” indica Manuel Santos, Director comercial y marketing de El Carmen PS. Las empresas interesadas en conocer más sobre Voltea y las diferentes opciones de medidas, personalización y producción, pueden contactar con el departamento comercial de Voltea a través de su web [www.volteabags.com](www.volteabags.com).
El Carmen Packaging Solutions y su “Compromiso Circular”
El proyecto Voltea se enmarca dentro del “Compromiso Circular” de El Carmen Packaging Solutions, que abarca todos sus procesos productivos, modelo de consumo de sus productos, gestión y gobernanza, innovación, y mejora constante. Un esfuerzo en todas sus prácticas que busca mejorar la sostenibilidad de la empresa, en los ámbitos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU que están más estrechamente relacionados con su actividad.
La empresa, ubicada en Navarra, trabaja desde 1942 para ofrecer soluciones de embalaje, manteniendo los principios de calidad y excelencia, y liderando los grandes cambios en el mundo del packaging. Su clara apuesta por la innovación, la sostenibilidad, la cercanía con sus clientes y proveedores, y la calidad, han logrado que en la actualidad cuente con tres plantas de producción, siete almacenes logísticos, más de doscientos empleados, una red comercial propia con más de 25 personas, un volumen de clientes superior a 5.000 empresas e instituciones de diversos sectores y de más de 25 países, y una fabricación anual de más de 14.000 toneladas de producto. Su labor y cumplimiento de las normativas legales, medioambientales y de calidad, está garantizada con las certificaciones: ISO 9001 2015 e ISO 14001 2015.